EL PERDON DE LOS PECADOS
EL PERDON DE LOS PECADOS
Esta es la segunda y ultima reflexión sobre el FASCÍCULO MISIONERO, me demore un poco porque trate de consultar a mis hermanos acerca de la comprensión de esta parte que empieza en la pagina 10 inciso ¨c¨ IGLESIA ESCUELA DE PERDON Y RECONCILIACIÓN, todos los comentarios fueron unánimes NO SABEMOS QUE DECIR.
Yo creo que cada cosa que analicemos para el bien de la misión sera de gran importancia para que podamos conocer con certeza nuestra tarea, pero una sola pequeña duda que no sea lo adecuado, hacer o decir, bastara para tener prudencia, sabiduría, y no hacerlo, o pensar que esa parte corresponde a otros decirlo.
Pensar como el dicho popular PERDONÓ PERO NO OLVIDO, no es PERDON cristiano PERDON sin olvido no es PERDON, nuestro corazón no estará listo a la reconciliación si hay odio en el, y entonces sera como el proverbio chino, EL ODIO ES COMO BEBERSE UNO UN VENENO Y ESPERAR QUE EL OTRO SE MUERA.!!!!
Sin PERDON Y OLVIDO, no hubiera la PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO, sin PERDON Y OLVIDO no existiría los CRISTIANOS, fuera vano, el testimonio de nuestro señor Jesucristo y su muerte por nuestros PECADOS, PERDON SIN OLVIDO, no existiría Eucaristía, porque le haría falta la parte en la que se dice ¨NO SOY DIGNO QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANAR¨
Esas son las palabras de un Centurión Romano, que había humillado maltratado asesinado, al pueblo de Israel. Mas aun así el el SEÑOR OLVIDO ESE PECADO y sano al siervo del centurión.
PERDON SIN OLVIDO no existe el CRISTIANISMO, PERDON SIN OLVIDO NO EXISTE LA IGLESIA, PERDON SIN OLVIDO no hay MISIÓN.
PERDON SIN OLVIDO NO HAY REINO DE DIOS.
Les dejo las paginas 10,11,12 para sus propias reflexiones, remarque en negritas las palabras que considere no debieran de existir en un FASCÍCULO MISIONERO
Esta es la segunda y ultima reflexión sobre el FASCÍCULO MISIONERO, me demore un poco porque trate de consultar a mis hermanos acerca de la comprensión de esta parte que empieza en la pagina 10 inciso ¨c¨ IGLESIA ESCUELA DE PERDON Y RECONCILIACIÓN, todos los comentarios fueron unánimes NO SABEMOS QUE DECIR.
Yo creo que cada cosa que analicemos para el bien de la misión sera de gran importancia para que podamos conocer con certeza nuestra tarea, pero una sola pequeña duda que no sea lo adecuado, hacer o decir, bastara para tener prudencia, sabiduría, y no hacerlo, o pensar que esa parte corresponde a otros decirlo.
Pensar como el dicho popular PERDONÓ PERO NO OLVIDO, no es PERDON cristiano PERDON sin olvido no es PERDON, nuestro corazón no estará listo a la reconciliación si hay odio en el, y entonces sera como el proverbio chino, EL ODIO ES COMO BEBERSE UNO UN VENENO Y ESPERAR QUE EL OTRO SE MUERA.!!!!
Sin PERDON Y OLVIDO, no hubiera la PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO, sin PERDON Y OLVIDO no existiría los CRISTIANOS, fuera vano, el testimonio de nuestro señor Jesucristo y su muerte por nuestros PECADOS, PERDON SIN OLVIDO, no existiría Eucaristía, porque le haría falta la parte en la que se dice ¨NO SOY DIGNO QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANAR¨
Esas son las palabras de un Centurión Romano, que había humillado maltratado asesinado, al pueblo de Israel. Mas aun así el el SEÑOR OLVIDO ESE PECADO y sano al siervo del centurión.
PERDON SIN OLVIDO no existe el CRISTIANISMO, PERDON SIN OLVIDO NO EXISTE LA IGLESIA, PERDON SIN OLVIDO no hay MISIÓN.
PERDON SIN OLVIDO NO HAY REINO DE DIOS.
Les dejo las paginas 10,11,12 para sus propias reflexiones, remarque en negritas las palabras que considere no debieran de existir en un FASCÍCULO MISIONERO
Cuando en un país se han cometido atropellos, cuando se han violado los derechos humanos, especialmente de los más pobres. Cuando se ha ejercido injustamente la violencia sobre los más desvalidos, cuando se ha impedido que la gente, justamente, proteste ante situaciones o hechos que considera injustos, se hace necesario actuar. Pensar primero en lo que ha ocurrido y está ocurriendo y actuar para remediarlo.
Cuando esto empieza a ocurrir, lo primero que surge es la ilusión de muchas personas de que las cosas pueden cambiar. Que puede haber un futuro mejor para todos y que llegue,
por fin, un momento en el que no debamos ejercer la violencia contra el prójimo, coartar
sus libertades o impedir su actuación. Pensando en el futuro, surge en muchos momentos la ilusión de que podamos reconciliarnos y de que, para lograrlo, algún día podamos perdonarnos.
12 / Fascículo Misionero
Pero al mismo tiempo surge en nosotros la idea de que eso no puede ocurrir de manera obligatoria ni automática, de la misma forma como cuando vamos a confesarnos. Y que no sea de manera automática quiere decir que deben cumplirse unos pasos, que deben hacerse algunas cosas para que esa ilusión de que haya un futuro de reconciliación pueda ser verdadera.
Lo primero es que quien hizo las cosas reconozca que las hizo y que hay unas personas a quienes les hizo ese mal; estas últimas son las víctimas. Sin reconocer a las víctimas no hay paso adelante que valga. Es el primer acto de justicia con ellas.
Lo segundo es que, tanto la persona que lo hizo como todo el país, recuerden de manera cierta lo que sucedió. Como cuando quien se confiesa reconoce sus pecados. Que quien lo hizo y las víctimas y la sociedad toda lo recuerden significa que debe haberse cumplido con el deber de la memoria. En situaciones como las que vive nuestro país todos debemos tratar de que no se olvide lo que ha ocurrido.
Y así como todos tenemos el deber de que no se olvide lo que ha pasado, es decir, que quede grabado en la memoria de todos y todas, también tenemos obligación de decirlo todo, como cuando debemos confesar todos nuestros pecados y saber y decir qué ocurrió, quién fue el responsable, por qué ocurrió y con quién más tuvo que ver lo que ocurrió. Ese ejercicio se llama el derecho a la verdad
que es un derecho de quienes fueron víctimas directas y al tiempo un derecho de todo, sobre todo cuando las cosas que ocurrieron fueron tan graves que nos hicieron, de una u otra manera, daño a todos.
Posteriormente, debemos saber que hay arrepentimiento y que ese arrepentimiento no es de palabra, que es capaz de decirse abiertamente y de que signifique un verdadero propósito de enmienda. Es decir, una decisión de que las cosas cambien de rumbo y sean mejores.
Y una muestra de hacerlo es lo que en la confesión llamamos satisfacción de obra. Una reparación real a quien fue víctima, que puede ser de muchas formas: reparación material (una indemnización, la devolución del bien robado, por ejemplo), o reparación simbólica (un reconocimiento
Finalmente, de la misma forma que hace el sacerdote, quien cometió los delitos recibirá una sanción, una pena, pero quedará claro que, así como el proceso de la confesión no es un tribunal inquisitorio que sólo se preocupa por castigar al culpable, sino por buscar una solución para él y para todos, restaurando la confianza de la sociedad y haciendo posible la reconciliación. Esa es una forma de justicia integral, real, que nos pone en el camino de la reconciliación.
En los términos de las transiciones, ese sistema de justicia se llama JUSTICIA TRANSICIONAL Una justicia que construimos para que, además de una PENA AL CULPABLE, nos preocupemos también porque haya memoria, porque haya verdad, porque haya reparación y porque haya garantías de no repetición.
Es un deber de todos participar en estos procesos. Cada uno como pueda y quiera. Cada uno de acuerdo con sus posibilidades. Para que se abra paso la justicia, pero para que la justicia no esté signada por el odio y la venganza, sino por un propósito positivo de hacer del nuestro un país mejor. Y un país mejor es un país más democrático y con más justicia social.
En estos procesos los cristianos podemos y debemos aportar la riqueza de los valores evangélicos, hechos vida, y soñar como lo proponen los Obispos Nicaragüenses con una Nicaragua capaz de crear una cultura cargada de esperanza que cree y espera en los valores del Reino; donde es posible una cultura de amor generoso que vence el mal a fuerza de bien; una cultura de convicciones y la más grande convicción es la fe, que mueve montañas; capaz de una cultura del perdón que desarma la lógica del odio y la violencia.
Oremos, soñemos y trabajemos cada uno en su espacio por hacer realidad esos sueños
EL PERDON DE LOS PECADOS
EL PERDON DE LOS PECADOS
Comentarios
Publicar un comentario